En un ecosistema emprendedor en constante evolución, la adopción de tecnologías sin código (no-code) está ganando terreno de manera significativa. La semana pasada, Xavier Rocabado, Co Founder & CTO de Bairu y participante de ECL, nos contó que Gartner predice que para 2025, el 70% de las nuevas aplicaciones desarrolladas por organizaciones utilizarán tecnologías de bajo código o sin código. Pero, ¿es realmente el futuro o hay consideraciones más profundas? ¿Qué nos traerá a futuro?
- Accesibilidad y Agilidad
Hay una realidad: la mayoría de las startups tecnológicas en la región se lanzan sin fundadores técnicos. Aquí es donde las herramientas no-code se convierten en un recurso invaluable: permiten a los emprendedores crear y lanzar productos rápidamente sin la necesidad de conocimientos profundos en programación. Esta accesibilidad democratiza el desarrollo tecnológico, haciendo posible que más ideas se conviertan en productos viables en menor tiempo y con menos recursos.
- Flexibilidad y Reducción de Costos
El uso de plataformas no-code ofrece una flexibilidad que permite iterar y ajustar productos en función del feedback del mercado. Esto es crucial en las primeras etapas de una startup, donde la adaptabilidad puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso. Además, los costos asociados a la contratación de desarrolladores y la construcción de una infraestructura tecnológica se reducen significativamente, permitiendo a los emprendedores destinar más recursos a marketing y crecimiento.
- Innovación Sin Barreras
Las herramientas no-code han evolucionado para soportar una amplia variedad de funcionalidades, desde la creación de aplicaciones móviles hasta complejas integraciones de sistemas. Esto significa que los fundadores pueden enfocarse en la innovación y en resolver problemas de manera creativa, sin estar limitados por barreras técnicas.
Alto ahí…
Pero no todo es color de rosas. No todos creen que el no-code sea realmente el futuro de las startups: aunque el no-code puede ser ideal para el desarrollo rápido de un MVP, para las iteraciones futuras, actualizaciones y la asistencia técnica requieren conocimientos técnicos profundos. De hecho, Platanus Ventures sigue exigiendo que haya un cofundador técnico en sus startups.
Uno de los principales riesgos del no-code es la potencial pérdida de calidad y estándares. Sin una base técnica sólida, las soluciones no-code pueden resolver problemas inmediatos pero fallar en escalabilidad y complejidad a largo plazo. Además, los fundadores sin conocimientos técnicos pueden no tener una visión clara de las capacidades y limitaciones de la ingeniería, lo cual es esencial para la toma de decisiones estratégicas.
En conclusión, el no-code está redefiniendo la manera en que se construyen y lanzan las startups, ofreciendo una vía accesible y eficiente para transformar ideas en productos. Sin embargo, el éxito a largo plazo aún puede requerir una combinación de habilidades técnicas y estratégicas. Para los fundadores en Latinoamérica, abrazar el no-code puede ser la clave para iniciar y escalar, pero siempre con la visión de cuándo y cómo integrar la experiencia técnica en el momento adecuado. El debate sobre si es el futuro definitivo está en curso, y cada startup deberá evaluar sus necesidades y objetivos específicos para decidir el mejor camino a seguir.
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