Poco a poco, el ámbito de la agricultura se está modernizando, en especial en cuanto a maquinaria y tecnología de producción. Sin embargo, la parte comercial aún se encuentra atrasada, aún más para los pequeños productores. Con esta idea en mente, nació Agrojusto.
Agrojusto es una startup que ofrece una plataforma digital capaz de conectar fácilmente al sector productivo con la cadena de valor. Gracias a ella, los productores pueden conocer de manera inteligente a quién ofrecer su producto y acceder a una serie de herramientas de trazabilidad para mejorarles la propuesta de valor a sus compradores.
Ayudando a los pequeños productores
“En Agrojusto, digitalizamos el mercado de alimentos para un comercio más justo y eficiente, conectando a pequeños productores, emprendedores y elaboradores a todas las mesas de Latinoamérica”, sostuvo María Fernanda Bonesso, cofundadora y actual directora ejecutiva de la empresa.
Concretamente, la plataforma permite crear una tienda en línea con panel de administración para configurar zonas de entrega, métodos de pago y productos disponibles; un sistema completo de gestión de ventas con detalles de clientes, inventario y pedidos; y un generador de hoja de ruta para gestionar los envíos a domicilio.
“Las cooperativas y comercios minoristas tienen acceso a herramientas digitales para administrar sus negocios y un sistema de gestión con vínculo directo con productores. Asimismo, los consumidores pueden alinear el deseo de comprar alimentos saludables y verdaderos, con tener una experiencia ágil y sencilla”, enumeró la emprendedora.
Mezcla de mundos
Tal como relató en diálogo con la revista Ohlalá, el proyecto comenzó a gestarse gracias a su origen vinculado a la agricultura, ya que creció en una familia de productores en Maipú, Mendoza, pero también vinculada al entorno económico debido a que su madre trabajaba en un banco.
“Con mis hermanos, los fines de semana nos tocaba ir a plantar, cosechar, comprar insumos. De chica la gente me preguntaba cuál es la época del tomate y yo obvio que lo sabía”, comentó, antes de explicar que, en aquel entonces, no entendía cómo podía ser tan difícil para un pequeño productor poder vender sus productos que tanto esfuerzo costó conseguir.
“Mi papá tiene hectáreas, no maneja el precio del damasco ni abastece, es uno más de un montón. Entonces su opinión se diluye, se va con otros miles de productores que les pasa lo mismo. En aquel momento yo no entendía por qué no se le daba valor y por qué era tan difícil encontrar estos mercados”, contó.
Por las numerosas dificultades, Bonesso decidió alejarse del campo para estudiar Economía. Sin embargo, mientras cursaba una maestría en Buenos Aires, recibió un llamado que la hizo conectarse nuevamente con la agricultura.
“Mi mamá me llama desesperada que había parado la cosecha, porque lo que le iban a pagar no le alcanzaba ni para pagarles a los trabajadores. La cosecha estaba a la mitad y con miles de kilos tirados. Ahí pensé en el esfuerzo de todo un año de mi papá y tantas necesidades. No podía pasar eso”, indicó.
En ese momento, la inspiración llegó y se creó Agrojusto, compañía que actualmente cuenta con más de 300 clientes, más de 100 productores de toda Argentina colaborando y con más de una docena de profesionales trabajando detrás.
De cara al futuro, la empresaria dijo que el plan es llegar con su solución a toda América Latina, teniendo en cuenta que hoy Agrojusto, que forma parte de la red de Emprelatam, está en Argentina y apenas incursionando en México.
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